(Junio 21)

Los aymaras, el grupo étnico más grande de Bolivia, celebran cada año en Tiwanaku, durante el solsticio de invierno del hemisferio sur, el comienzo de un nuevo año.

Las culturas indígenas identificaron los equinoccios y el solsticio con la trayectoria del sol. Según estas observaciones, los calendarios anuales trazan para llevar una convivencia armoniosa con la naturaleza. El solsticio de invierno es visto como un renacimiento, es el período del año en que la naturaleza se renueva; por lo tanto, los aymaras adoran a su dios sol y sus movimientos estableciendo tiempos de siembra y cosecha.

Esta ceremonia espiritual, que en 2020 será el año 5528 en el calendario aymara, tiene lugar al amanecer, cuando los primeros rayos de luz solar pasan por la legendaria Puerta del Sol en Tiwanaku.

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